APRENDIENDO
A SER PADRES
¿Quién
nos enseña a ser padres? ¿Qué hay que saber para convertir un bebé en un adulto
sano? La relación entre padres e hijos en los primeros años de vida de los
niños tiene una importancia fundamental según están demostrando los psicólogos.
La ciencia aporta nuevas pistas para una educación más emocional y más
provechosa de los niños.
Compaginar
de manera eficaz la vida familiar con la laboral es cada vez más difícil, por
lo que en muchas ocasiones cuando llegamos a casa estamos cansados y no tenemos
la suficiente paciencia para dedicarles un rato agradable a nuestros
hijos. Para conseguir ser mejores padres
debemos poner cada día un poco de nuestra parte, pues no es una tarea sencilla.
Unos buenos consejos para lograrlo son los siguientes:
Encuentra
tiempo para poder pasar a solas con cada uno de tus hijos siempre que
puedas, sin interferencia de otras
personas.
No
te preocupes si la casa está desordenada durante el día, mientras todos estén
cumpliendo con sus obligaciones, pero exige que participen luego de la limpieza
por las noches. Al fin y al cabo, la
casa es de todos.
Aprende
a planificar para no desaprovechar las oportunidades satisfactorias por la
aparición de acontecimientos imprevistos.
No
escondas siempre tus sentimientos, aunque éstos no sean siempre positivos. La
rabia, la indignación y la confusión son emociones a las que tu hijo debe
aprender a enfrentarse.
Propón
tradiciones familiares para realizar juntos como algo propio e intransferible
de tu familia.
Echa
a todos los demás de casa de vez en cuando para tener la sensación de que tu
casa es tu territorio privado.
Si
en alguna ocasión prefieres no enfrentarte a miembros de la familia verbalmente
sobre algo que te molesta, déjales notas, es una opción alternativa muy viable
y evita el primer enfrentamiento.
Escoge
un día cada dos semanas y proponte no gritar durante todo el día.
Ten
siempre algo disponible para comer que guste a tu familia, porque la comida es
un factor importante de disfrute, salud y bienestar.
No
hagas cosas por sus hijos que ellos sean capaces de hacer por sí mismos, así
aprenderán a ser más autónomos y menos dependientes.
Acepta
a tu hijo en todas sus etapas, hay que entender que el proceso de crecimiento
es irregular, episódico e incoherente. Ninguno de tus hijos tendrá un proceso
de desarrollo perfecto. No te preocupes. Si él nota que es querido y aceptado,
valorado por sus virtudes y no despreciado por sus defectos, acabará gustándose
antes o después.
Ten
amigos para salir y compartir actividades familiares. No se puede depender
únicamente de la familia para satisfacer todas las necesidades sociales.
Aprende
a decir "no".
Pasa
tiempo todas las semanas a solas con tu esposa/o, sin niños ni otras
distracciones, una vida en pareja saludable trasmite paz y bienestar a los
demás integrantes de la familia.
Tomado de: http://www.psicoactiva.com/infantil/consejos.htm
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